INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN CERDAS






A lo largo de la historia la inseminación artificial (IA) ha tenido grandes avances solo con el objetivo de hacer de esta técnica cada vez más eficiente. Se empezó a implementar en las cerdas debido al cambio que se le hizo al catéter en forma de espiral permitiendo que al inseminar a la cerda esta no sufra ningún daño en su aparato reproductor.

Sin embargo la inseminación artificial en porcinos obtuvo más importancia cuando se pudo evaluar la calidad del semen extraído del macho reproductor y se pudo mejorar ésta actividad utilizada cada vez más en las granjas porcinas, desarrollando nuevos métodos, sistemas de recolección y preparación de las dosis de semen y mejorando los protocolos de inseminación en condiciones comerciales.

En la actualidad la inseminación artificial es una técnica que ha intensificado su uso principalmente en países con alto desarrollo tecnológico (Holanda, Francia, Alemania, España, Noruega y Finlandia) en los cuales más del 80% de las cerdas son inseminadas artificialmente, la industria porcina se ha empeñado en los últimos años en buscar la manera de optimizar la Inseminación Artificial para hacer un uso más eficiente del semen y de esta manera utilizar machos de alto valor genético sin estar pendiente de las montas que realiza.(Toalombo. 2007). 

La reproducción en las producciones porcinas es un factor determinante para el éxito productivo de la granja, ya que de ésta depende gran parte de la rentabilidad de la producción, la cual, asociada con una alta genética, se va a ver reflejada en un producto de excelente calidad para el mercado. Por esto, Investigadores a nivel mundial, han encaminado sus estudios a la búsqueda de aspectos que indiquen los factores que inciden en la reproducción porcina y con base en esto, mejorar la práctica de inseminación artificial.(Toalombo. 2007). 

Actualmente existen diferentes opciones disponibles para la aplicación del semen que dependen del lugar de deposición de la dosis seminal en el tracto genital de la hembra, a saber: (1) depositar el semen dentro del cérvix, en su parte central y caudal, conocida como IA cervical, tradicional o convencional; (2) deposición no quirúrgica del semen en el interior del cuerpo del útero una vez atravesado el cérvix, conocida como IA post-cervical o trans-cervical; (3) deposición profunda no quirúrgica del semen al final de un cuerno uterino, conocida como IA uterina profunda; (4) deposición quirúrgica de los espermatozoides aproximadamente a 5 cm de la unión utero-tubal. (García, Pallás, Hernández-Gil, Dimitrov).

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