FACTORES EDAFOCLIMATICOS
CLIMA
Se trata de un cultivo tropical y subtropical, aunque la
mayor producción a nivel mundial se concentra en los climas húmedos tropicales,
pero también se puede cultivar en las regiones húmedas de los subtropicos y en
climas templados. El cultivo se extiende desde los 49-50º de latitud norte a
los 35º de latitud sur. El arroz se cultiva desde el nivel del mar hasta los
2.500 m. de altitud. Las precipitaciones condicionan el sistema y las técnicas
de cultivo, sobre todo cuando se cultivan en tierras altas, donde están más
influenciadas por la variabilidad de las mismas.
TEMPERATURA
El arroz necesita para germinar un mínimo de 10 a 13ºC,
considerándose su óptimo entre 30 y 35 ºC. Por encima de los 40ºC no se produce
la germinación. El crecimiento del tallo, hojas y raíces tiene un mínimo de 7º
C, considerándose su óptimo en los 23 ºC. Con temperaturas superiores a ésta,
las plantas crecen más rápidamente, pero los tejidos se hacen demasiado
blandos, siendo más susceptibles a los ataques de enfermedades. El espigado
está influido por la temperatura y por la disminución de la duración de los
días.
La panícula, usualmente llamada espiga por el agricultor,
comienza a formarse unos treinta días antes del espigado, y siete días después
de comenzar su formación alcanza ya unos 2 mm. A partir de 15 días antes del
espigado se desarrolla la espiga rápidamente, y es éste el período más sensible
a las condiciones ambientales adversas.
La floración tiene lugar el mismo día del espigado, o al
día siguiente durante las últimas horas de la mañana. Las flores abren sus
glumillas durante una o dos horas si el tiempo es soleado y las temperaturas
altas. Un tiempo lluvioso y con temperaturas bajas perjudica la polinización.
El mínimo de temperatura para florecer se considera de
15ºC. El óptimo de 30ºC. Por encima de los 50ºC no se produce la floración. La
respiración alcanza su máxima intensidad cuando la espiga está en zurrón,
decreciendo después del espigado. Las temperaturas altas de la noche
intensifican la respiración de la planta, con lo que el consumo de las reservas
acumuladas durante el día por la función clorofílica es mayor. Por esta razón,
las temperaturas bajas durante la noche favorecen la maduración de los granos.
SUELO
El cultivo tiene lugar en una amplia gama de suelos,
variando la textura desde arenosa a arcillosa. Se suele cultivar en suelos de
textura fina y media, propias del proceso de sedimentación en las amplias
llanuras inundadas y deltas de los ríos. Los suelos de textura fina dificultan
las labores, pero son más fértiles al tener mayor contenido de arcilla, materia
orgánica y suministrar más nutrientes. Por tanto la textura del suelo juega un
papel importante en el manejo del riego y de los fertilizantes.
PH
La mayoría de los suelos tienden a cambiar su pH hacia la
neutralidad pocas semanas después de la inundación. El pH de los suelos ácidos
aumenta con la inundación, mientras que para suelos alcalinos ocurre lo
contrario. El pH óptimo para el arroz es 6.6, pues con este valor la liberación
microbiana de nitrógeno y fósforo de la materia orgánica, y la disponibilidad
de fósforo son altas y además las concentraciones de sustancias que interfieren
la absorción de nutrientes, tales como aluminio, manganeso, hierro, dióxido de
carbono y ácidos orgánicos están por debajo del nivel tóxico.
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